lunes, 5 de octubre de 2009

PILAR ZÚÑIGA : Palabras en el homenaje

Luchita, maestros, amigos todos:

Hoy sí preparé un papel.

Temo que la emoción me traicione.

Siento que este un momento muy especial para mí. No sólo es especial en tu vida sino en todas las nuestras. El que una de las maestras en las que se dan con tanta largueza tal cantidad de virtudes, compartidas con tantas generaciones, es un hito histórico que celebramos hoy muy familiarmente, a nuestro estilo. Y que ese personaje fabuloso e irrepetible, con 90 primaveras tan lúcidas, alegres y generadoras de arte, sea mi maestra, es una alegría que se multiplica en mi corazón y en el de todos los que te acompañamos.

Es un privilegio para mí el tomar la palabra a nombre de los titulados del Conservatorio Nacional de Música.
Conservatorio donde pasaste tu vida; estudiando primero, enseñando después y siendo uno de sus pilares, siempre.


Preparar este homenaje ha sido un regalo para mí, porque he podido ser testigo directo de cuánto te quieren todos. Eso me hace tan feliz. Los que están aquí y los que por muchos motivos, de trabajo, de viaje, de salud, no han podido estar y se han excusado.
He encontrado un eco sorprendente en cada una de las personas que conforma esta alma Mater que nos cobija, los chicos que hacían los encargos, las chicas que nos atienden hoy, los maestros de la especialidad de piano, los alumnos, todos, todos, a quienes personificaré en su Director, Fernando De Lucchi que incluso ha operado los proyectores hoy.

Pude saber que los maestros eméritos estaban todos listos para decir unas palabras sobre tí: y es que te has identificado tanto con cada persona, como persona, Lucha.
Alonso, que viene a nombre de los Marianistas y en familia a entregarte estas flores. Dorita, que se ofreció rápidamente para traerte con su adorado Zuño. El maestro Meza a quien habrán ustedes podido apreciar en las fotos. Y es que nos dirigió a todos. Los cuatro pianos, verdad, Luchita? Los cuatro pianos con Theo Buchwald, primero, cuando eras alumna. Te lo tenías bien guardado; y los 4 pianos con Lucho Meza, como maestra, con tus alumnos. Recuerdos imborrables.


Pero lo más saltante fue el movimiento que se generó alrededor de todo el mundo: todos querían estar; todos querían llegar, todos querían colaborar. Cuánto te quieren y de qué manera. Frank desde Las Islas Canarias fue el primero en enviar su video: a mi se me da poco el hablar ante las cámaras, así que mejor lo hago rápido. Gustavo, con el que he hablado hasta anoche. Quería saber si se escuchaba o no la poesía que te escribió. Y es que había ido donde una alumna que es física, para que lo ayudara con la grabación; ha recorrido Berlín en bicicleta para encontrar un lugar desde donde grabarse y aún así salió con su aire de cara cortada.

Myriam, encantadora; los primeros DVDs que fuimos a recoger a la aduana los habían borrado. No sabes los líos, Luchita. Ya en la segunda versión eran visibles. Hemos conversado unas tres veces y nos hemos escrito 20 para ver cómo iba todo.

Los DVD s de Marvi, que no los tenía Margarita Winkler, su mamá, sino el maestro Meza.

Los DVDs de Miguelito. Me dieron unos equivocados. Su madre, felizmente los trajo consigo desde Fort Worth..

Gloria Flórez quiso estar en vivo y en directo. Ella dejó todo, organizó su agenda con Rigas y sacó su ticket apenas anuncié el evento. No te podía contar nada y me moría de ganas.

Son muchos quienes te han escrito desde fuera y va todo en este pequeño álbum de recuerdos que te deleitarás en escuchar cada vez que lo desees.
Corretear por este arreglo que queríamos que fuese significativo para ti, Luchita, es otro episodio para el libro que vamos a escribir. Fluían las ideas: que no sean sólo flores porque después no le va a quedar nada de recuerdo; que le tomen muchas fotos al lado del ramo para que nos las pases, que estén todos nuestros nombres, todos juntos; que conserve los ositos. Sí, un grupete de ositos graduados. Esa fue la decisión final. Así queremos que nos recuerdes, siempre que nos mires en algún lugar de tu habitación. Son traviesos como la maestra y los alumnos.

No quiero pasar por alto la entrega de Carlota con sus alumnos, la de la señora Teresa Quesada, tu compañera de trabajo, tu colega pianista a quien sigues queriendo mucho.

Pero aquí creo que viene lo más interesante: creo que hoy estamos unidas dos familias: la familia de los músicos y la familia Negri.

Nunca me imaginé que tantos sobrinos y sobrinos nietos te quisieran así y guardaran recuerdos tan maravillosos de tus padres. Tú, tan modesta como siempre, nunca nos habías contado detalles de ese gran escultor. Ya los incorporé a tu biografía autorizada.

Lucha: todo lo maravilloso sobre ti, ya se dijo. Tú sabes que eso y mucho más siento yo por ti todos los días, cada día. El nuestro es un amor gritado a los cuatro vientos hace muchos años. Eres mi madre musical desde los 4 años, mi guía, mi testigo de matrimonio, mi amiga, y por derecho propio, la abuela de mis hijos.
Nosotros nos seguiremos viendo hasta que el Señor lo permita.

Luchita,
gracias por ser ese bello ser humano,
ese fuego al que acudir,
esa chispa que de pronto se alza para hacernos sonreír,
ese abrazo constante
esa señora de veras
esa madre combativa y vencedora
esa maestra que siempre será nuestro ejemplo.


Gracias, Luchita.

El Señor permita que seamos capaces de devolver en algo todo el cariño que tú nos has prodigado.

A ti, mi homenaje.