martes, 22 de septiembre de 2009

Bertha Sialer de Mansilla:

Mi querida Pilar:

un saludo para tí con el cariño de siempre, junto con la disculpa por no haber contestado tus correos, pero no faltan situaciones que a una la fatigan.

Esta vez una vez más te expreso mi agradecimiento por la maravillosa comunicación que envías a mi persona y a tantos amigos y músicos que han tenido la dicha, como es tu caso de ser discípula de la Maestra Luisa Negri.

He leído su biografía, la verdad sea dicha no sabía de la forma en que la Maestra llegó al Perú, justamente su vida realizada acá, la ha construido de manera muy singular, llena de logros y armonía porque en su espíritu lleva este signo hermoso como persona individual.

Siendo artista lo ha trasladado en sus enseñanzas pianísticas y en su hacer musical impregnando el alma de tantos otros seres humanos que a Dios gracias reconocen en ella su talento y esa sencillez tan propia de almas grandes.

No he tenido la suerte de tocar el piano, pero es un instrumento que admiro por que ofrece todas las posibilidades musicales sin las cuales la música no sería lo que es. Puedo imaginar sus clases, y, a sus alumnos aprendiendo la técnica, y más aun extraer de ellos su expresión más íntima a través de la música para piano.

Qué maravilla Pilar que Dios le haya dado una larga vida que la Maestra Luisa Negri ha sabido impregnar lo bello, con esa actitud de maestra fructificando en tantos, que hoy la obsequian con el valor de la gratitud.

Desde acá mi abrazo. Dios mediante estaré allí para aunarme al homenaje.

Atentamente,

Bertha Sialer de Mansilla