martes, 22 de septiembre de 2009

Myriam Ävalos , agradecida

12 de Septiembre de 2009

Feliz Cumpleaños, Luchita querida!!!!

Hay seres humanos cuyas vidas son ejemplo e inspiración extraordinarios para todos los que tienen el privilegio de conocerlos. La maestra Luisa Negri es uno de estos seres extraordinarios, y yo, uno de los privilegiados.

Comencé a estudiar con Luisa Negri en el Conservatorio Nacional de Música, a la tierna edad de tres años. Ella supo guiarme con sabia pedagogía y la psicología adecuada a mi edad, y con el entusiasmo contagioso que una artista de su calidad puede brindar a una criatura. A través de mis años en el Conservatorio, Luisa Negri no solo fue mi maestra, fue mi mejor amiga. Ella me dio un apoyo personal total, sea en los momentos felices como en los difíciles. Incontables son las bolsitas de caramelos después de cada recital de niña; incontables son las veces cuando me llevaba al Conservatorio o me traía de regreso a mi casa; incontables son las veces cuando me permitía estudiar el piano en su casa (ella me dio la llave de su estudio para que yo entrara y saliera con toda libertad); inolvidable su energía y empuje para que me graduara y saliera al extranjero a continuar mis estudios de piano. Sus lecciones de piano eran experiencias artísticas profundas, donde la musicalidad, la comunicación emocional y la integridad artística reinaban, donde la mecánica pianística se desarrollaba al servicio de la música. Ella no imponía su versión artística de una obra a sus alumnos, si no que motivaba al alumno a descubrir al artista en si mismo, y ayudaba a que esa personalidad artística germinara y desarrollara independientemente.

La obra y misión de Luisa Negri no terminan en las generaciones de alumnos como yo, a los cuales ella enseño directamente, a los cuales ella entrego cuerpo y alma por amor a la música y por amor a sus alumnos mismos. Su obra y misión se extienden en el futuro. Nosotros, sus alumnos ya profesionales, seguimos esa tradición de amor e integridad con nuestros propios pupilos. Nosotros, sus alumnos, llevamos ese sello de Luisa Negri.

Yo he tenido la fortuna de estudiar con grandes maestros en el Perú, en Estados Unidos y en Europa. Hay maestros de piano, y hay maestros que enseñan aun más, pues enseñan al alma. Luisa Negri es maestra de almas, y entre ellos, Luisa Negri es maestra de maestros. .

Con cariño y gratitud,

Myriam Ávalos Teie